¿Sabias que existen microorganismos que no
hemos podido cultivar?
Humberto
González y Reyna Fierro
Cuando tomamos una muestra del suelo, la
suspendemos en agua estéril y tomamos una muestra para colocarla sobre un medio
de cultivo rico, esperamos que la mayoría de las bacterias y hongos se
desarrollen. Sin embargo, las técnicas de biología molecular, particularmente
la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), ha permitido reconocer claramente la existencia de
microorganismos que no hemos podido cultivar en el laboratorio y que a la fecha
se conocen como "no cultivables" [8, 14].
Estos organismos que no hemos podido cultivar, se desarrollan o podrían
desarrollarse en condiciones adecuadas por eso no están muertos sino que
solamente “no los hemos podido cultivar en el laboratorio”.
Se ha podido aislar DNA del aire, de
diferentes suelos, del interior de plantas, así como también de bacterias
aisladas de aguas oceánicas o de fuentes termales, sin pasar por el de cultivo
de los microorganismos. Este DNA se usa como molde para la amplificación, por
PCR, de los genes ribosomales existentes en la muestra. Esto se logra
con una DNA-polimerasa termoestable y
oligonucléotidos complementarios (primers o cebadores universales)
con las regiones conservadas de los genes ribosomales que se encuentran en
todas las bacterias. Los fragmentos sintetizados se pueden clonar en vectores o se determina su secuencia
nucleotídica directamente. Las secuencias obtenidas de los genes del RNA
ribosomal se comparan con las existentes en los bancos de datos (ejm. Ribosomal Database Project [6]),
hay más de 30000 existentes de un número casi igual de especies bacterianas.
Con este enfoque, se ha revelado una diversidad que no es posible detectar con
los métodos de microbiología tradicional [4, 13, 21].
También existen programas (tanto libres como comerciales) para verificar que
las secuencias obtenidas de ADN ambientales no sean artefactos o quimeras,
híbridos de genes de diferentes microorganismos [11]. Si
las secuencias no se parecen a la de ningún microorganismo existente en más de
un 97% es posible que se trate de una bacteria nueva, tal vez no cultivada. La
secuencia obtenida permite también identificar fragmentos de secuencia que no
se encuentran en ninguna otra especie reportada, o sea que son exclusivos de
esta especie. Estas secuencias particulares pueden sintetizarse marcadas con
nucleótidos fluorescentes y pueden utilizarse en las muestras originales para
ver al microscopio el tipo y distribución de las bacterias que presentan los
genes marcados, en microscopios de epifluorescencia, o en confocales. Visualizar a las bacterias es un paso hacia su aislamiento, pero
cultivar a muchas de las que han sido detectadas de este modo no siempre ha
sido posible. Por ejemplo, se ha podido activar bacterias del género Vibrio de un estado no cultivable,
aunque, de manera no esperada, este proceso se inhibe con altas concentraciones
de nutrientes [20],
sin embargo estos resultados son controvertidos [4].
Por otro lado, se logró desarrollar un Bacillus
de esporas de tal vez 250 millones de años [18].
Encontrar las condiciones para cultivar bacterias no cultivables es un reto
para los microbiólogos [7].
Se ha acordado que a las bacterias
"no cultivables" detectadas sólo por su secuencia de genes
ribosomales se les designe como "candidatos". Algunos ejemplos de
estas son las bacterias de gran tamaño, magnetotácticas acuáticas (obtenidas de
un lago en Alemania) que se pegan a imanes, llamadas "Magnetobacterium bavaricum" [17] o
el candidato "Liberobacter", un patógeno de cítricos [9] que
es cercano a bacterias simbiontes benéficas del género Mesorhizobium que crecen con facilidad en el laboratorio. La
posición filogenética de las bacterias no
cultivables se sitúa en ramas aisladas en el árbol universal aunque cerca de
otros microorganismos.
No sólo se han detectado bacterias no
cultivables sino también hongos, en particular, los que forman endo-micorrizas
asociados a muchas plantas no se han podido hacer desarrollar en medios de
cultivo en el laboratorio [2, 16].
Existen diversas opiniones en torno al
problema de no poder cultivar microorganismos de los que se ha documentado su
existencia. Se ha pensado que éstos pueden requerir nutrientes particulares que
sólo se encuentran en condiciones naturales. Algunos nutrientes tal vez sean
proporcionados por microorganismos asociados. En la naturaleza, es común
encontrar comunidades bacterianas en las que coexisten varias especies y
géneros de bacterias. En estas comunidades pueden existir dependencias
metabólicas complejas. El enfoque de microbiología tradicional tiene como
primer paso el obtener cultivos puros de bacterias (axénicos) y, tal vez, esto ocasiona que sólo se desarrollen parte
de los miembros de la comunidad. Otra posibilidad, es que los medios típicos de
crecimiento sean demasiado ricos, aún los medios mínimos tienen un exceso de
carbono, de nitrógeno o de fósforo, y podrían inhibir el crecimiento de
microorganismos que en condiciones naturales, viven precariamente. A estos
microorganismos se les ha designado como oligótrofos,
los microorganismos con comportamiento opuesto, que pueden vivir en medio
ricos, se designan copiótrofos [10].
En hongos y bacterias se han identificado
oligótrofos [1, 12, 19];
estos poseen sistemas de transporte de nutrientes de alta afinidad que les
permiten tomarlos del medio en concentraciones muy bajas, prácticamente sin
nutrientes. Estos microorganismos pueden crecer sobre vidrio, en agua
destilada, sobre plásticos, tomando las trazas de compuestos volátiles del
ambiente. En Pseudomonas, Flavobacterium y en otros géneros se han
identificado oligótrofos [19].
Las bacterias fijadoras de nitrógeno pueden crecer en ausencia total de una
fuente no gaseosa de nitrógeno, porque convierten el nitrógeno gaseoso de la
atmósfera en NH4+. Una manera de identificar fijadores de
nitrógeno es por su crecimiento en medios libres de él, sin embargo, en estas
condiciones también se pueden aislar falsos
positivos, que son bacterias oligótrofas que toman trazas de amonio de la
atmósfera pero que no fijan nitrógeno.
Se ha calculado que en los laboratorios y hospitales existen concentraciones de
amonio suficientes para mantener el crecimiento de oligótrofos (debido a
agentes limpiadores o vapores de orina). Los oligótrofos deben considerarse
como posibles agentes para la biorremediación, ya que se ha observado que, algunas bacterias, una vez que los
contaminantes alcanzan concentraciones bajas, ya no pueden tomarlos ni
degradarlos. Los oligótrofos, con alta afinidad por los contaminantes, tal vez
pudieran finalizar la limpieza [3, 5, 15].
En resumen, existen bacterias y hongos
que no se han logrado cultivar en el laboratorio. Estos microorganismos se
detectaron amplificando parte de los genes ribosomales que son específicos para
todos los organismos. Una buena parte de la investigación en microbiología se
dedica a encontrar medios de cultivo adecuados para estos organismos “no
cultivables”.
Referencias Bibliográficas
Glosario.
Biorremediación,
Limpieza de contaminantes mediante agentes biológicos como bacterias.
Confocal, Sistema de
microscopía en dónde la fuente luminosa es un láser que ilumina la muestra
barriendo zonas muy pequeñas y que es analizado por computadora.
DNA-polimerasa, Enzima
que sintetiza DNA a partir de un molde y desoxinucleótidos, requiere un cebador
o primer complementario a una parte del molde.
Epifluorescencia,
Sistema de microscopía en dónde se ilumina la muestra con un haz de luz
ultravioleta que pasa por el ocular y se analiza la fluorescencia que produce
la muestra.
Filogenética, Es la disciplina encargada de la reconstrucción de la historia
evolutiva de los taxones es decir, los grupos de la clasificación de los seres
vivos, que se representa en forma de árbol filogenético.
Genes ribosomales,
información genética codificada en el DNA que dirige la síntesis del RNA
ribosomal.
PCR, reacción en
cadena de la polimerasa, síntesis del mismo fragmento de DNA varias veces tipo
producción en cadena (~30). Para esto se requiere una enzima polimerasa de DNA
que sea resistente a temperaturas elevadas (95°C) para que pueda
desnaturalizarse en DNA antes de cada síntesis.
Primers, cadenas
cortas de residuos de nucleótidos (normalmente 20 para PCR) que presentan un
extremo 3' OH en dónde la DNA polimerasa puede empezar la síntesis de DNA
Vectores, vehículos
genéticos en donde puede clonarse un fragmento de DNA y amplificarse o expresar
la proteína que tienen codificada.
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