Formación
de placas
Debemos
hacer notar que los fagos y los virus son unidades haploides que
contienen una sola copia de la información genética.
Su
multiplicación es rápida, lo que permite emplearlos con amplitud en
la resolución de algunos aspectos de la genética y de problemas
fundamentales de la biología molecular.
La
técnica para los experimentos de formación de placas es muy simple:
Se
prepara un medio de cultivo en agar sobre cajas de Petri y se inocula
con una suspensión diluida de bacteriófago T4 mesclado con un
cultivo de Escherichia
coli.
En
poco tiempo aparecen zonas claras o placas, dentro del cultivo, que
representan las zonas de bacterias lisadas por generaciones sucesivas
de fagos.
Si
la solución original estaba suficientemente diluida, cada placa
proviene de la multiplicación de un solo fago.
La
forma y el tamaño de la placa son peculiares del tipo de fago
utilizado, y sirven para diferenciarlo de sus mutantes y de otros
tipos de fagos.
El
área o placa formada en el término de algunas horas corresponde a
unos 10 millones de fagos originados a partir de una partícula
infectiva.
Lisogénesis
y fagos atenuados
Los
fagos de la serie T, al multiplicarse destruyen la bacteria hospedera
en un periodo aproximado de 20 min. después de haber inyectado su
ácido nucleico. Existe otro grupo de fagos, que se definen como
atenuados, entre los que están incluidos el fago lambda que parasita
a Escherichia
coli y
a las Shigellas.
Al
infectar un cultivo con Escherichia coli con el virus lambda, no
todas las bacterias son lisadas inmediatamente, sino que una gran
población de éstas permanece inalterada.
Con
el ADN del fago en su interior incorporado al cromosoma bacteriano se
constituye un nuevo elemento genético conocido como profago, que se
duplica simultáneamente con el cromosoma de la bacteria.
Los
cultivos que llevan el profago son cultivos lisógenos que presentan
ciertas peculiaridades:
La
célula es resistente a la infección por fagos de la misma especie y
algunas veces resiste la infección de fagos de otras especies.
Virus
y cáncer
Hay
diversas y distintas hipótesis sobre el posible origen del cáncer,
por considerar que actualmente ya hay pruebas de que los virus son
agentes causales en algunos tipos de cáncer.
Actualmente
ya hay pruebas de que los agentes causales en algunos tipos de
cáncer.
- Virus del sarcoma de Rous (de las aves).
- Virus del papiloma (humanos).
- Virus del polioma (de los roedores).
- Virus SV40 (de los simios).
- Virus de Epstein-Barr (de los humanos).
Virus
de sarcoma de Rous (en las aves).
El
sarcoma es producido por un mixovirus formado de ARN en una sola
cadena rodeada por subunidades proteínicas a la manera del virus del
mosaico del tabaco.
Este
virus infecta a las aves domésticas invadiendo sus células y
especialmente los núcleos.
Cuando
con una partícula del virus se infecta experimentalmente una célula
de pollo cultivada se la convierte en célula cancerosa.
La
única manera de recuperar in
vitro partículas
de virus a partir de células cancerosas es provocar una sobre
infección con algún virus relacionado con el del sarcoma de Rous.
Virus
del papiloma (humano)
Los
virus del papiloma, del polioma y el de los simios (SV40) pertenecen
al grupo de los virus del ADN denominados papovavirus y fueron
nombrados así porque existen tres prototipos: papiloma, polioma y
virus vacuolante (SV40).
El
primer virus del papiloma fue descubierto en conejos por Shope, quien
pudo producir verrugas en la piel tanto de conejos silvestres como
domésticos.
Esto
se demostró al inocular extractos obtenidos a partir de verrugas
presentes en conejos silvestres vulgarmente conocidos como “cola de
algodón”.
Los
viriones del papiloma son estructuralmente parecidos a los viriones
del virus del polioma, pero son de mayor tamaño y contienen también
un ADN de doble banda circular.
Los
virus del papiloma pueden infectar a varias especies animales
produciendo “verrugas benignas”, llamados papilomas, y
probablemente producen tumores malignos, como es el caso del
carcinoma cervical en los humanos.
Se
conocen alrededor de 50 tipos de virus humanos y cuando menos seis
virus para los bovinos.
Los
tipos de virus se basan en la homología del ADN, pero no en la
serología.
Los
genomas de varios tipos tienen la misma organización general, pero
difieren considerablemente en su longitud, en las secuencias de ADN y
en las enfermedades que producen.
Existen
varias clases de tumores humanos asociados con los diferentes tipos
de virus del papiloma humano (HPV).
Estos
incluyen diferentes formas de verrugas, lesiones premalignas y
cánceres malignos de varios orígenes, los cuales tienen secuencias
de ADN viral en sus células.
Virus
del polioma (en roedores).
El
virus del polioma se multiplica en las células de algunos roedores
como el ratón y la rata.
Presenta
una forma esférica y tiene un peso molecular de 25 000 000.
Como
todos los virus esféricos, posee una cubierta proteínica
constituida en este caso por 72 subunidades.
Una
vez dentro de la célula, el virus puede multiplicarse en el interior
del núcleo formando un gran número de unidades que finalmente
producen la muerte celular por lisis, liberándose una afinidad de
partículas virales.
En
algunos casos, el virus no se multiplica después de invadir la
célula, pero su permanencia en el interior de ésta determina su
transformación en cancerosa. Los fagos no se pueden localizar en el
interior de la célula bacteriana, pues están a manera de profagos o
fagos atenuados.
Virus
SV40 (en los simios).
Este
virus es una partícula esférica de 450 Å de diámetro que se
multiplica normalmente en los simios y es uno de los virus de ADN más
pequeñas que se conocen.
La
cubierta consiste en 420 cadenas polpeptídicas.
El
virus se clasificó, con base en su estructura, como perteneciente al
grupo de los virus herpes.
Se
han encontrado muchos ejemplos de que los virus pueden causar tumores
y esto ha sido demostrado en animales como el ratón, la rana, el
conejo, el cuyo, la vaca, el perro, el gato e inclusive en algunos
primates.
El
virus de Epstein-Barr es semejante a otros tipos de virus del herpes
en que puede permanecer latente o reprimido en células linfoides que
se dividen, sin inducir la producción de nuevos virus y la muerte de
la célula hospedera.
En
el caso del hombre, la secuencia de los eventos posteriores a la
infección con el virus de Epstein –Barr no es muy clara, ya que el
periodo de incubación entre la expocisión al virus y la presencia
de síntomas clínicos de mononucleosis toma entre 30 a 50 días.
En
lo que se refiere a la relación causal entre este virus (virus
Epstein-Barr) y el linfoma de Burkitt, las pruebas en que se basa
esta aseveración son las siguientes:
- Detección del ADN viral o de los antígenos virales en el tumor.
- Transformación de los linfocitos B en cultivo, por el virus.
- Inducción de linfomas por el virus, en primates no humanos.
- Presencia de elevados títulos de anticuerpos contra el virus en pacientes con linfoma, en comparación con los títulos en una población control.
- Correlación entre los patrones de anticuerpos y la prognosis del tumor.
Estos
cinco criterios dan apoyo considerable para la relación causal entre
el virus de Epstein-Barr y el linfoma de Burkitt, pero permanecen
todavía muchas preguntas sin contestar.
En
resumen, el virus de Epstein –Barr es uno de los virus humanos más
ampliamente diseminados.
Es
la causa de la mononucleosis infecciosa.
Todas
las pruebas indican que está involucrado en el origen del linfoma de
Burkitt del carcinoma nasofaríngeo. Es poco probable que el virus de
Epstein-Barr se halle en forma causal en este tipo de tumores, por
lo que si no es el factor primario , es cuando menos uno de los
importantes.
Mecanismos
de defensa antiviral.
Los
mecanismos de defensa de un organismo contra las infecciones virales
están constituidos por la inmunidad inespecífica y específica.
Por
ejemplo:
- La piel no puede ser penetrada por los virus, solo cuando está lastimada o a través de un vector.
- Las mucosas forman también una barrera de defensa contra muchos virus.
En
el aparato respiratorio se encuentran los cilios y los macrófagos,
ambos elementos importantes en la eliminación de agentes
infecciosos.
Entre
los elementos inespecíficos contamos con:
- Células fagocíticas.
- Células asesinas naturales NK.
- Citoquinas.
- Componentes fluidos del cuerpo.
- Células fagocíticas:
- Células NK:
Reconocen
las células del huésped infectadas y las destryen, acabando también
con los virus que las infectan.
- Componentes de los fluidos orgánicos:
Estos son
componentes del huésped que neutralizan la infectividad de los
virus.
En
las infecciones virales, los macrófagos participan en la generación
del proceso inflamatorio del sitio afectado.
Los
macrófagos mantienen la inflamación local y participan en la
destrucción de viriones. Los linfocitos NK o asesinos naturales
presentan actividad temprana y prominente en la respuesta inmune
contra muchos virus.
El
linfocito NK es activado con el reconocimiento del antígeno y
rápidamente libera citoquinas presintetizadas que contiene en
vesículas secretoras.
Entre
estas destacan:
- Interferón gamma
- Factor de necrosis tumoral.
Mecanismos
inmunes inespecíficos.
Pueden
ser activados para destruir células infectadas con virus, mediante
la participación de linfocitos NK.
Esto
activa el flujo de sangre, aumenta la permeabilidad capilar en el
sitio de infección, se efectúa una liberación aumentada de
proteínas del suero de alto peso molecular y de células inmunes
adicionales que hacen sus propias contribuciones como citoquinas. En
una concentración suficiente, las interleucinas y otras substancias
generan una respuesta activa de fase aguda.
Quimioterapia
antiviral.
Los
virus son parásitos intracelulares obligados, en consecuencia los
antivirales deben inhibir selectivamente las funciones virales sin
dañar al huésped.
Una
limitación es que se presentan muchas rondas de duplicación de
virus durante el periodo de incubación y el virus se ha difundido
antes de que aparezcan los síntomas, de modo que un fármaco se
vuelve relativamente ineficaz. Los fármacos antivirales activos son
necesarios contra virus para los cuales no se disponen de vacunas o
éstas no son muy eficaces.
Los
antivirales pueden ser utilizados para el tratamiento de infecciones
establecidas en las que las vacunas serían ineficaces.
Interferones.
Los
interferones (IFN) son proteínas codificadas del huésped que son
miembros de la gran familia citocinas y que inhiben la duplicación
viral. El
interferon fue la primera citcina en ser reconocida.
Los
interferones son de importancia central en la respuesta inmunitaria
antiviral.
Vacunas
virales.
El
propósito de las vacunas virales es utilizar la respuesta
inmunitaria del huésped para evitar una enfermedad viral.
Varias
vacunas han demostrado notable eficacia para reducir la incidencia
anual de enfermedades virales.
La
vacunación es el método más adecuado, en relación costo-eficacia,
para prevenir infecciones virales graves.
Vacunas
de virus muertos.
Las
vacunas inactivas se elaboran purificando las preparaciones virales
hasta un cierto grado e inectivando la infectividad del virus de una
manera que se produzca daño mínimo a las proteínas estructurales
virales.
Para
algunas enfermedades, las vacunas de virus muertos son las únicas
disponibles en la actualidad.
Vacunas
con virus vivo atenuado.
Las
vacunas con virus vivo utilizan virus mutantes que se superponen
antigénicamente con el virus de tipo nativo, pero que están
restringidos en algún paso de la patogénesis de la enfermedad.
Revisión
de las infecciones respiratorias virales agudas.
Muchos
tipos de virus penetran al cuerpo humano a través de las vías
respiratorias.
Este
es el medio de entrada más frecuente del virus al huésped.
La
infección se desarrolla a pesar de los mecanismos protectores
normales del huésped, que incluyen el moco que cubre la mayor parte
de las superficies.
Muchas
infecciones permanecen localizadas en las vías respiratorias, aunque
algunos virus producen síntomas de enfermedad luego de la
diseminación sistemática.
Los
síntomas de enfermedad dependen de si la infección se concentra en
vías respiratorias superiores e inferiores. La gravedad de la
infección respiratoria puede variar desde leve hasta muy grave.
La
enfermedad más grave se observa en lactantes infectados con ciertos
paramixovirus, y en ancianos o adultos enfermos crónicamente
infectados con virus de la influenza.
Revisión
de infecciones virales del aparato gastrointestinal.
Muchos
virus inician la infección a través de las vías digestivas.
Pocos
agentes, como el virus del herpes simple y el virus de Epstein –Barr,
pueden infectar las células bucales.
En
el intestino, los virus se exponen a elementos agresivos que
participan en la digestión de los alimentos. Todos los virus capaces
de iniciar la infección por esta ruta son resistentes a ácidos y
sales biliares.
Algunos
virus que producen infecciones entéricas utilizan proteasas del
huésped para facilitar la infección.
La
digestión proteólica altera la cápside viral mediante la escisión
de una proteína de la superficie del virus, que favorece a la
adhesión del virus o la fusión con la membrana.
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